Y es verdad que el orgullo anuncia la caida, te lo digo para que no lo pierdas todo.

11.4.13

Dónde quiera que estés, te gustará saber que te pude olvidar, y no quise

Me cansé de equivocarme siempre con lo mismo. 

No me molestaría enamorarme perdidamente de vos

Y poco a poco su rostro, me parecía más y más lejano, cuando me enamoraste sólo tenía una meta: Olvidarte.

Increíble lo bien que te puede hacer sentir algo que te hace mal.

Aferrarme a mi, para soltarte a vos.

De todo lo que me dejó este intento de relación, la poesía fue lo mejor.

A veces pienso que me equivoco al pensar que todo lo lindo no puede ser tan malo, y después te recuerdo.

Y aunque yo hiciera algo ahora, vos no volverías. Y aunque volvieras, estoy segura que haría algo para que te vayas.

 Escuchar a tu corazón es difícil cuando la voz de los demás es tan alta, sabes?

¿Qué puedo hacer yo? Nada, ¿Qué puede hacer él? TODO. 

Todos los recuerdo se me vienen de repente con solo escuchar tu nombre. Cuánta magia tienen esas letras! 

Aparentemente todo parece ser así

Él parecía ser de esa clase de chicos que te hacen querer ser mejor, esa clase de chico sin conocerlo y con sólo mirarlo te causaba una sensación de ternura, y cuando lo conocías, querías dejarlo todo en él y no estar más con nadie. Es de esa clase de chicos que enamora a las chicas solo para enamorarse él. Era inteligente y te daban ganas de escucharlo por horas y horas y quedarte mirándolo y aún así interesarte y escuchar lo que dice. Era perfecto, era lindo, inteligente y tierno, tres cualidades que hacen a cualquier hombre, perfecto para mi. Parecía tener también a la vez, cierta ingenuidad, inocencia, y eso me vuelve loca, porque eso hace que yo quiera ser como soy realmente y él no me juzgaría y tampoco le molestaría. No sé, me daba esa sensación. Era de esos chicos que tomarías en serio, era puro, era perfecto. También tiene un ojos.. Eso me encanta, porque ahora me acuerdo de su cara sonriéndome y sonrío yo también. Me gustaba sobre todas las cosas porque yo, podía ser yo, y él podía ser él y a ninguno de los dos le molestaría el otro, pero no porque quisiéramos que no nos moleste, simplemente porque encajamos. Era de esos chicos con los que tranquilamente te irías de vacaciones, te sentarías a tomar té y hablar y hablar, era como que con él, podías reírte hasta perder la razón de por qué lo hacías, parecía ser de esos chicos que te hacen explotar de felicidad, de esos chicos que eran solo para vos, esos que te daban ese sentido de pertenencia, que enamora por completo. Esa clase de chico del cual no te molestaría enamorarte completamente y pasar el resto de las noches pensando en él. No sé si me explico lo que él parece para mi, espero que esta vez, las apariencias no me engañen, aunque sé que es muy perfecto para que sea real, y mío a la vez. 

7.4.13

Sanando heridas

Al final, el sexo era lo menos importante. Después de todo, un cuerpo es sólo un cuerpo, y en realidad no importa si la mano que te toca es la de un hombre o la de una mujer. Estar con él me brindó placer, pero también me infundió para vivir otra vez en el presente. Esto era lo más importante; dejé de mirar hacia atrás todo el tiempo, y poco a poco se fueron sanando las innumerables heridas que llevaba conmigo. No volví a sentirme un ser completo, pero al menos dejé de odiar mi vida. Alguien se había enamorado de mi y yo descubrí que era capaz de amarlo. No te pido que lo entiendas, sólo que lo aceptes como un hecho. Hay muchas cosas en mi vida de las cuales me arrepiento, pero ésta no es una de ellas.