Sí, sí ella está por ahí, yo lo siento.. Dando vueltas en mi panza esperando el momento oportuno para bajar y matarme. A los primeros días, en realidad lo empezas a sentir como una semana, o una semana y media, empezas a comer como un cerdo al borde de la inanición, y empiezan a salir granos, por toooodos lados, un choclo, un poroto al lado tuyo. Te empezas a preocupar por vestirte sexy, no sé por qué carajo, si total nadie te garcha.. Después empieza lo peor, esos dolorsitos que te anuncian que, dentro de uno, o dos días, va a bajarte.. Y ya sabes la que te espera.. Empezas con el malhumor y los cambios hormonales, te dicen: teta y te calentas como negra en baile, estas digamos "más sensible a cualquier emoción" lo peor es que te calentas al pedo porque ni una paja te podes hacer.. Te acostas, cansada de no hacer un carajo, porque claro, todo te da paja, y te dormís y a la mañana siguiente.. Te despertas como si nada, te levantas y pisas algo pegajozo, vos decís: POR FAVOR NO, HOY NO, POR FAVOR! prendes la luz y ahí está.. Tu calzón parece una escena de algún crimen super violento.. Y tus sábanas! Son como el mar rojo... Literalmente, vos pensas: Cómo mierda sigo teniendo sangre?! Y es que es así, baja los primeros días de una forma que pareciera CASI apropósito.. Re caliente vas al baño a cambiarte Y LA PUTA MADRE, te olvidás el calzón, volvés a buscarlo, prendes la luz nuevamente y observas la pieza desde la puerta y ahí ves todo un caminito de sangre que va desde el baño hasta tu pieza, puteas, obviamente puteas.. y mucho, agarras el calzón, vas al baño, te cambias y después pasas el trapo de piso por la sangre y LISTO! como nuevo.. Cambias las sábanas y todo está bien ahora. Llega la hora de comer, te comer cuatro milanesas con papas fritas y sentís que vas a explotar, vas a mirarte al espejo y llega la depresión:
-AY NO! Mirá lo gorda que estoy! Soy un asco, comí un montón. Qué asco, estoy a cien gramos de ser una VACA. No, no, listo, yo no como más, hoy empiezo dieta. SIN FALTA, no, dejame de joder, yo así no puedo estar.
-HIJAAA, HAY HELADOO!
-Ahí voy mami! Bueno, voy pero como poquito, no puedo ser tan gorda.
Terminas agarrando el pote que más helado tiene y te lo morfas como si anteriormente no hubieses comido nada. Después se repite el ciclo infinitas veces. Te miras las gomas y WOW, crecieron, y duelen, mucho duelen, pero te hacen sentir como sexy. Te dan un beso en la oreja o en el cuello y ya queres cojer, es tremendo. Te miras al espejo y estas desconforme con cada centímetro de vos, pero sin embargo, te vestís como si fueses una prostituta apunto de ir a laburar. Te pones "linda" para estar en tu casa, te maquillas, te re producís, te planchas el pelo, TODO, para quedarte tirando twits. Y ahora llega la noche.. queres salir pero de repente...
-MAAAAAAAMAÁAAAAAA TRAEME UN IBU EVANOOOL RÁPIDOO ME DUEELE
El grito asusta a tu mamá, la cual comprende perfectamente todo y se da cuenta que no hay bendito ibu evanol y le dice a tu hermana que vaya a comprar a la despensa que queda a dos cuadras. Sin dudas, los cinco minutos más horribles de toda mujer. Se te cae una lágrima, y después otra y así, tu mamá piensa que es por el dolor, y se empieza a desesperar, porque no sabe qué carajo hacer y vos lloras y gritas, pero en realidad llorar un poco por el dolor y el otro poco, porque sí, porque estas sensible a todo. Llega tu hermana, te dan el ibu evanol y vos queres que funcione al toque y no, y no.
-ESTA MIERDA NO FUNCIONA MAMÁAA, DAME MÁSSS, AAAAAAA ME DUEEELEEEE LA CONCHA DE LA MADRE (Y el clásico) PARA QUÉ MIERRRDA SOY MUJEEEER?!
Tu mamá se cansa y te dice, que no se puede tomar muchas pastillas porque te hace mal.. Finalmente el dolor empieza a desaparecer y te dormís, pancha tranqui. Al otro día salís vestida re perra pero a la vez insegura, tenes miedo de mancharte todo el tiempo. "Eu, fijate si me manché". Volvés a tu casa, agotada de no hacer nada y ves un privado, lo abrís y WOW, el chico que te gusta te habló, le respondes y no contesta, pataleas, lloras, gritas, y hasta consideras seriamente ir a buscarlo. Después, cuando se está por ir, quedan esas pequeñas molestias y seguís comiendo como un chancho y si antes te calentabas por boludeces, cuando se te está por ir, cualquier cosa hace que actúes como Sasha Grey.
-AY NO! Mirá lo gorda que estoy! Soy un asco, comí un montón. Qué asco, estoy a cien gramos de ser una VACA. No, no, listo, yo no como más, hoy empiezo dieta. SIN FALTA, no, dejame de joder, yo así no puedo estar.
-HIJAAA, HAY HELADOO!
-Ahí voy mami! Bueno, voy pero como poquito, no puedo ser tan gorda.
Terminas agarrando el pote que más helado tiene y te lo morfas como si anteriormente no hubieses comido nada. Después se repite el ciclo infinitas veces. Te miras las gomas y WOW, crecieron, y duelen, mucho duelen, pero te hacen sentir como sexy. Te dan un beso en la oreja o en el cuello y ya queres cojer, es tremendo. Te miras al espejo y estas desconforme con cada centímetro de vos, pero sin embargo, te vestís como si fueses una prostituta apunto de ir a laburar. Te pones "linda" para estar en tu casa, te maquillas, te re producís, te planchas el pelo, TODO, para quedarte tirando twits. Y ahora llega la noche.. queres salir pero de repente...
-MAAAAAAAMAÁAAAAAA TRAEME UN IBU EVANOOOL RÁPIDOO ME DUEELE
El grito asusta a tu mamá, la cual comprende perfectamente todo y se da cuenta que no hay bendito ibu evanol y le dice a tu hermana que vaya a comprar a la despensa que queda a dos cuadras. Sin dudas, los cinco minutos más horribles de toda mujer. Se te cae una lágrima, y después otra y así, tu mamá piensa que es por el dolor, y se empieza a desesperar, porque no sabe qué carajo hacer y vos lloras y gritas, pero en realidad llorar un poco por el dolor y el otro poco, porque sí, porque estas sensible a todo. Llega tu hermana, te dan el ibu evanol y vos queres que funcione al toque y no, y no.
-ESTA MIERDA NO FUNCIONA MAMÁAA, DAME MÁSSS, AAAAAAA ME DUEEELEEEE LA CONCHA DE LA MADRE (Y el clásico) PARA QUÉ MIERRRDA SOY MUJEEEER?!
Tu mamá se cansa y te dice, que no se puede tomar muchas pastillas porque te hace mal.. Finalmente el dolor empieza a desaparecer y te dormís, pancha tranqui. Al otro día salís vestida re perra pero a la vez insegura, tenes miedo de mancharte todo el tiempo. "Eu, fijate si me manché". Volvés a tu casa, agotada de no hacer nada y ves un privado, lo abrís y WOW, el chico que te gusta te habló, le respondes y no contesta, pataleas, lloras, gritas, y hasta consideras seriamente ir a buscarlo. Después, cuando se está por ir, quedan esas pequeñas molestias y seguís comiendo como un chancho y si antes te calentabas por boludeces, cuando se te está por ir, cualquier cosa hace que actúes como Sasha Grey.