Él parecía ser de esa clase de chicos que te hacen querer ser mejor, esa clase de chico sin conocerlo y con sólo mirarlo te causaba una sensación de ternura, y cuando lo conocías, querías dejarlo todo en él y no estar más con nadie. Es de esa clase de chicos que enamora a las chicas solo para enamorarse él. Era inteligente y te daban ganas de escucharlo por horas y horas y quedarte mirándolo y aún así interesarte y escuchar lo que dice. Era perfecto, era lindo, inteligente y tierno, tres cualidades que hacen a cualquier hombre, perfecto para mi. Parecía tener también a la vez, cierta ingenuidad, inocencia, y eso me vuelve loca, porque eso hace que yo quiera ser como soy realmente y él no me juzgaría y tampoco le molestaría. No sé, me daba esa sensación. Era de esos chicos que tomarías en serio, era puro, era perfecto. También tiene un ojos.. Eso me encanta, porque ahora me acuerdo de su cara sonriéndome y sonrío yo también. Me gustaba sobre todas las cosas porque yo, podía ser yo, y él podía ser él y a ninguno de los dos le molestaría el otro, pero no porque quisiéramos que no nos moleste, simplemente porque encajamos. Era de esos chicos con los que tranquilamente te irías de vacaciones, te sentarías a tomar té y hablar y hablar, era como que con él, podías reírte hasta perder la razón de por qué lo hacías, parecía ser de esos chicos que te hacen explotar de felicidad, de esos chicos que eran solo para vos, esos que te daban ese sentido de pertenencia, que enamora por completo. Esa clase de chico del cual no te molestaría enamorarte completamente y pasar el resto de las noches pensando en él. No sé si me explico lo que él parece para mi, espero que esta vez, las apariencias no me engañen, aunque sé que es muy perfecto para que sea real, y mío a la vez.
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