Había estallado el martes, y para el jueves estaba mucho mejor, había entendido por fin el equilibrio de mi vida, había entendido por fin qué me hacía falta, que necesitaba un cambio, y ese cambio empezaba con él, que todo me iba a ir mejor si él estaba conmigo y si, obviamente, yo así me lo proponía (aunque cuando volvió, era lo único que tenía en mente: cambiar). Y aunque parezca magia, son cosas de la cabeza, la fuerza y la energía humana o algo así, porque ya no tenía tanto sueño, quería hacer algo, hacía las cosas del colegio y creía que por fin, y finalmente después de tanto tiempo, las cosas me empezaba a salir mejor, la relación con mis papas había cambiado, mi humor había cambiado, mi espalda, no me dolía tanto, solo necesitaba buena energía, su energía.
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