Francisco, se levanto, yo aun con sueño me quede en la cama, no lo acostumbro a hacer, pero era domingo y yo no trabajaba tanto los domingos, pasaron 10 minutos hasta que decidí levantarme, mis ojos aun estaban pegados, me había quedado limpiando todas las habitaciones hasta tarde, por que a el señor se le había ocurrido hacer una fiesta, de esas que son tan aburridas como las historias que cuentan sus invitados, pero claro, un mayor domo jamás puede comentar algo de ese tipo, en realidad, jamás puede comentar. En fin, el señor Wonder, siempre realizaba una caminata nocturna, que a mi no me convencía del todo, vivíamos en un campo, solos, era un lugar tranquilo, grande, pero uno nunca sabe, -Adiós Olmos, espéreme aquí tranquilo, y vaya preparando la cena, ¡Siempre que salgo a caminar mi apetito sube hasta las nubes! –Esos chistes que hace este viejo, cada vez mas malos- Pensé, pero no me mal interpreten, yo lo adoraba, el me crío prácticamente, yo lo quería como un padre. –Adiós, vuelvo en una hora! –Informo el viejo Wonder, yo lo despedí con una agitación breve de mano, y continué con lo mío, fui a la cocina, a preparar la comida, me propuse hacer algo simple pero agradable, un pollo a la olla pensé, me puse a picar el morron, prendí las ornallas, pelé las cebollas, y en eso comenzaron a pasar en la radio un tema muy conocido, que particularmente era uno de los que me recordaban a mi adolescencia, se me hacia muy agradable y entonces aprovechando que estaba solo le subí un poco el volumen, continué con lo mío, y cuando estaba pelando la cuarta cebolla, la canción para bruscamente, era el locutor, el locutor de la radio de la ciudad, fue muy confuso y escalofriante al principio escuche gritos de miedo que provenían de la radio, interferencias, -pensé- luego se logro divisar entre todo el murmullo una voz desesperada y agonizante que gritaba como loca, Auxilio por favor, los postes de luz nos atacan. Sonó tan pero tan estúpido, que simplemente me reía de mi mismo por haberme asustado por esa pavada, -es solo una radio-novela pensé- Luego de ese extraño episodio oí un ruido como a un vidrio que se cayó acompañado de un grito, lo reconocí al instante, ¡Ese es el señor! Pensé y Salí corriendo con los nervios por las nubes, y vi lo peor, el señor estaba tirado en el suelo, aun consiente, y un poste de luz, si, no leíste mal, un poste de luz moviéndose tratado de dañar la casa, juro que en ese momento me quede paralizado, largue el llanto, y cuando me acordé de el viejo Wonder el estaba tirado, con su cabeza empapada en sangre, pero el aun así susurraba unas palabras, no sé les juro que no sé que quería decirme, era muy confuso, pero creo que era algo como : Si yo te lo dije, tu lo sabias, yo lo sabia, todos lo sabíamos ,y ahora… y no escuche mas nada, el viejo sentó la cabeza como si estuviera relajado,
Yo empapado en llanto, temiendo por mi vida y con las manos llenas de sangre, corrí hacia el garage y agarre el auto, decidí viajar a la ciudad que quedaba a unos 15 kilómetros, tarde 3 horas en llegar, los malditos postes de luz intentaron asesinarme en mas de una ocasión, llegue a la ciudad agotado, y los vi, estaba la ciudad destrozada, a oscuras y los palos de luz asesinando gente, fue una imagen que les juro recordare para toda la vida, fue atemorizante, desesperante, no sabia que hacer, y en un momento un poste de luz “me vio” y trato de atacarme, pero fui mas rápido y me escondí detrás de una pared que había ahí, y cuando miro la pared decía, “estaban avisados” les juro señores que en toda mi vida tuve tanto miedo, no se por que motivo se me dio por mirar para arriba y veo un avión, un avión apunto de aterrizar, corrí hacia su punto de aterrizaje y grite con todas mis ultimas fuerzas –Ayúdenme! Estoy aquí! Y se bajaron unos hombres vestidos de verdes, creo que eran militares y me subieron al avión y no me hablaron en todo el camino, me dieron unos rollos que hasta el momento no conocía, me dijeron que los comiera, y luego me dieron un vaso de jugo. A pesar de que exigí explicaciones posibles ellos no me hablaron. Me dejaron en Europa, luego explicaron por fin que pasaba en América solamente, esa fue la única frase que me dijeron, me dieron dinero y una dirección para ir a trabajar allí, pero en vez de ir en busca de un trabajo al cual no entendería como hablan por que, era un Argentino con menos ingles que una morza en el medio de Europa con una gran historia que contar, decidí simplemente hacerme millonario con esta historia, que para muchos es fantasía, y posiblemente nadie nunca sepa que fue una anécdota, las mas sombría anécdota que se pueda contar o vivir.
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